Somos el pueblo organizado

 A una sola voz se escuchaba el rechazo al Gobierno – DUQUE NO ES MI PRESIDENTE, se gritaban voces en defensa de la vida, la democracia, la paz y por la unidad del movimiento social y político colombiano.

 

SOMOS PUEBLO ORGANIZADO QUE DEFIENDE LA VIDA Y EL TERRITORIO

Agosto 08 de 2018

Las distintas reflexiones después de la contienda electoral dejan la necesidad de avanzar en la consolidación de la unidad y la construcción de un frente amplio que se dispute la posibilidad de ser gobierno, pero también avance en la construcción de poder popular, organización y movilización para defender la vida y el territorio.

Sin duda alguna, el ejercicio de convocar a acciones masivas en distintas ciudades y partes del mundo, es la manera como expresamos nuestro rechazo a este gobierno que claramente va a intensificar el modelo de despojo, muerte y destrucción de los territorios, estará al servicio de los empresarios nacionales e internacionales que solo quieren usufructuar al estado para sus propios intereses a costa de negarnos nuestros derechos y quitarnos la posibilidad de construir una paz transformadora que respete la vida y la democracia.

La convocatoria del 7 de Agosto, deja dos miradas muy interesantes que marcan la disputa de clases que hoy se viene acentuando en el país, por un lado quienes ostentan el poder muestran sus más viscerales deseos de seguir profundizando el modelo por medio de reformas, criminalización y militarización de la vida, pisoteando los acuerdos de paz y negándonos los cambios y el respeto a la vida y la armonía para nuestros territorios; se posesiona el nuevo presidente y con él, la sombra del Uribismo que ha marcado nuestra historia de sangre y saqueo.

Pero algo muy importante ocurría en todo el país, esas comunidades y pueblos, organizados, quienes están defendiendo la vida y el territorio, jóvenes, mujeres, indígenas, campesinos, afrodescendientes, pobladores de ciudades, y ciudadanías que hoy se llaman espontaneas, salieron a tomarse las calles y plazas en más de 80 ciudades en el país y traspasaron las barreras en más de 40 ciudades en el mundo. A una sola voz se escuchaba el rechazo al Gobierno – DUQUE NO ES MI PRESIDENTE, se gritaban voces en defensa de la vida, la democracia, la paz y por la unidad del movimiento social y político colombiano. Esta movilización sin duda alguna es histórica, la primera vez que se recibe un gobierno en las calles, miles de personas exigiendo garantías, respeto y declarándose un pueblo en oposición desde las calles.

Este escenario marca lo que será la disputa de gobierno y poder en los próximos años, el llamado es a seguir en las movilizaciones y poder tener espacios de reflexión donde podamos seguir en unidad levantando las banderas de un país para la vida digna y con vocación de poder.

Hoy no podemos quedarnos quietos, no llenarnos de miedo, nuestras banderas son la defensa de la vida, la fuerza, la resistencia, la lucha, la movilización, la confrontación al modelo extractivo, no nos dejaremos intimidar por las judicializaciones o por la criminalización de la protesta social, es necesario seguir politizando la sociedad y encarnar los problemas de ella para que los elevamos en nuestras agendas y movilizaciones.

Los retos están, sabemos nuestro papel de transformadores y revolucionarios, tenemos propuestas de país para los pueblos, se avecinan nuevos retos y nuevas luchas, por eso es importante seguir tejiendo, seguir caminando la palabra y legislando desde lo local y territorial, seguir construyendo poder y gobiernos propios.

Tenemos dos tareas en camino, el 26 de Agosto salir masivamente a votar en la consulta anti-corrupción como una primera confrontación a las maquinarias corruptas y mafiosas que han secuestrado las instituciones, y un segundo reto, que lo venimos caminando con diversas organizaciones y está enfocado en el mes de Octubre, realizar la ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LOS PUEBLOS, un proceso en construcción que tiene como reto avanzar en la unidad y la movilización, un frente amplio que debe dibujar también una agenda de transformaciones políticas y democráticas claras que sean la acción masiva del pueblo organizado con una ruta de alternativas económicas, sociales y políticas que posibiliten espacios de reflexión y construcción para sentar las bases de un bloque popular más unitario con vocación de disputar el gobierno local, pero también se piense de manera estratégica en acciones fuertes de confrontación al modelo donde la armonía y la defensa del territorio y de la vida sean los ejes articuladores para salir a construir un país en paz con cambios para la vida digna.

La movilización y la organización son los senderos del camino a la unidad.

CONGRESO DE LOS PUEBLOS   Ver Comunicado]]>